*Las piernas de ella deben estar bien abiertas. Antes de llegar a la vulva, tómate el tiempo de explorar su entrepierna, el pubis, los muslos. Puedes mirar, oler, explorar. Y luego dar lugar al siguiente paso.
*Si tu boca está allí, no dejes a tus manos sin hacer nada. Puedes penetrar vagina o ano, o en todo caso tocar las piernas, su abdomen o pechos (depende de lo largo de tus brazos, por supuesto).
*Usa la punta de la lengua para tocar el clítoris y la lengua entera para lamer con delicadeza los labios. Ten cuidado de no tener demasiada saliva y explora cada parte. Acude a tus instintos para saber qué hacer o cómo se mueve ella, para saber entonces qué le gusta y qué no.
*Cada mujer es un mundo distinto. Quizá lo que con una te funcionaba con ésta no. Entonces, aprende a reconocer lo que le gusta a cada mujer en particular, lo que la excita y enloquece. ¡Siempre hay tanto por aprender!
*Si ella llega al orgasmo, estará en un momento realmente sensible, no sigas tocando mientras eso sucede, sólo aléjate un poco y mira el maravilloso espectáculo.
*Usa una presa dental, que es una especie de cuadrado de látex que te permitirá protegerte de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) durante el sexo oral. Permite maniobrar de igual manera y además en las sex shop hay de sabores. También, en el mercado existen dedales para proteger tus dedos y penetrarla con ellos en ano o vagina durante el cunnilingus.
*A veces el aroma no gusta a muchos hombres. Por eso, y por riesgo a contraer más ETS, no se recomienda hacer sexo oral durante la menstruación, pero si la mujer es limpia no habrá mayor problema. Si tiene un aroma en particular, entonces pueden tomar una ducha juntos antes y eso convertirá al cunnilingus en algo más erótico.
*Hazle el amor verdaderamente con tus labios. Una buena técnica es dejarla a tope y después penetrarla con fuerza.
LO QUE NUNCA DEBES SER:
El hombre babas: Es el hombre que hace que te empapes, pero después de haber vaciado en tu vagina dos litros de su saliva. Nada peor que eso. Nada más anti erótico. Si te das cuenta de que, de pronto, la sábana está mojada y no se debe a ella precisamente, entonces detente. Ella no estará para nada erotizada. Sólo hay que colocar la lengua y hacer uso de la saliva como lubricante pero nada más. El exceso en este caso puede resultar contraproducente.
El hombre ¿ya?: nada peor que te pregunten ¿ya? Como si una les preguntara también, cuando veamos que están a punto de tener un orgasmo ¿Ya? ¿Ya casi? ¿Le sigo así o ya me paro? Bueno, una frase matapasiones en su totalidad. Si preguntas eso puedes estar seguro de que sí, ya. Y mejor a seguir con otra cosa.
El hombre come-helado: No, la vulva no es un helado. Cada parte debes tratarla con especial cuidado: los labios mayores y menores, el clítoris, la vagina. Incluso, si eres un poco intuitivo no sólo te limitarás a los genitales, sino también y de vez en cuando a la entrepierna para lograr otro tipo de sensaciones. No debes lamer el clítoris, por ejemplo, de la misma manera que los labios.
El clítoris, ya se sabe, es sumamente sensible y puedes lograr una reacción contraria a la esperada y hasta dolorosa, si se haces rápidamente o muy fuerte. Con los labios puedes jugar un poco más y lamer de abajo hacia arriba.
El hombre stress: El chico que siempre está apresurado, que se ve que está incómodo, que no sabe qué hacer, que no sabe qué sigue y que ya le urge penetrar. Si me toca uno de esos, es casi seguro que no pase siquiera a la siguiente etapa. Un hombre que sabe dar un buen sexo oral puede tener otras cualidades en el sexo. Alguien que está apresurado lo estará también en otras cosas. .
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FUENTE.- De10.com.mx
miércoles, 21 de octubre de 2009
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